miércoles, 15 de agosto de 2012

Sueños Olímpicos (Algunos apuntes sobre los JJOO de Londres 2012)

Siguiendo con la tradición empezada en la Euro 2012, voy a enumerar y comentar algunas cosas que han llamado mi atención en estas dos semanas de Juegos Olímpicos de Londres 2012, finalizados el Domingo pasado.

1. "Eres más sobrado que Usain Bolt".

"O más bien, Bolt, que eres un bolt", esa será la expresión que se utilizará en el futuro para hablar de alguien que pretende ir de genio, o de sabiondo, o de listo. La diferencia con el originador de este dicho será que él, en efecto, es un sobrado. Pero un sobrado de verdad, porque sí, porque no hay Dios que pueda superar a este tipo.

El que inventó la palabra velocista, lo hizo para él, aunque estuviera lejos de imaginar que algún día existiría alguien como el jamaicano. Un ser creado por y para darle el relumbrón que merece a esa definición.

Aunque los años empiezan a pesar, y ya hay corredores de su propio país, como Yohan Blake, que consiguen derrotarle ocasionalmente, y además tuvo que sufrir para revalidar su medalla de oro en la categoría de Cien Metros Lisos; la verdadera dimensión de su grandeza se pudo ver en las otras dos medallas que también reconquistó: La de Doscientos Metros Lisos, y la del Relevo de Cuatro por Cien Metros.

Cuando uno observa la pose de Bolt en la "photo finish" de la carrera de Doscientos, esgrimiendo ese característico gesto de silencio, mientras que casi a un metro vemos a Blake, entregando hasta el último músculo de su ser para alcanzarle, sin éxito alguno, entonces sabe que está ante un momento Histórico.

Lo que tienen las carreras en las que participa este hombre, es que son efímeras, no sólo por el poco tiempo que tardan en alcanzar la meta los corredores (Jamaica hizo el Récord del Mundo en relevos, dejándolo en 37,8 segundos), sino porque no volvemos a saber nada de ellos (o practicamente nada) hasta dentro de cuatro años, cuando regresan los juegos.

Pero los logros de Usain Bolt, y las imágenes que ha dejado, quedarán en nuestra memoria para siempre.


2. Los Herederos Americanos de Naismith (Selección Estados Unidos de Basket).


No son el Primer Dream Team. Lo cierto es que a Kobe Bryant le traicionó el ego, una vez más, cuando dijo eso. Pero es un equipo de leyenda. Estados Unidos ha tenido que subir el pistón (olímpicamente hablando) en dos ocasiones.

La primera vez fue en 1992, cuando, después de haber sido derrotados en semifinales del Mundial de Argentina 90 (hasta entonces la única derrota americana en unos Juegos había sido en la polémica final contra la URRS de Munich 72), y tras observar que el nivel del resto del mundo había aumentado en lo que a habilidades baloncestísticas se refiere, decidió enviar a los mejores jugadores de su liga profesional (la conocida NBA). Ese equipo fue el llamado Dream Team, Equipo de Ensueño, porque en efecto lo era: Michael Jordan, "Magic" Johnson, Larry Bird, Patrick Ewing, Scottie Pippen, y muchos otros. Varios de los mejores jugadores de la historia en un mismo equipo. Evidentemente, arrasaron con todos aquellos que se les pusieron por delante (hay que decir que los únicos países capaces de hacerles frente, La Urrs y Yugoslavia, ambos atesoradores de plantillas legendarias, se habían desmembrado recientemente por cuestiones políticas), y se llevaron el Oro Olímpico a casa.

A partir de entonces, en cada cita internacional iba una representación de los mejores jugadores de la NBA, con la misión de mantener el orgullo patrio de los creadores de este deporte intacto... ¿los mejores? Quizá en el Mundial 94 de Canadá sí (donde su estrella era el flamante Shaquille O´neill), e incluso en Atlanta 96 (en donde se mezclaron jugadores del 92 y del 94). Pero ya en el mundial de Grecia 1998, durante una de las huelgas de la NBA, tuvieron que enviar a una selección de hombres que jugaban en Europa. En los JJOO de Sydney 2000 volvieron las estrellas, con Gary Payton, Ray Allen y Jason Kidd como destacados, aunque no estaban ni de lejos, los mejores jugadores del momento. En 2002, aún ejerciendo de anfitrión del Campeonato del Mundo (en Indiana, la tierra donde James Naismith creó este ilustre deporte), el único nombre consagrado era un ya casi retirado Reggie Miller. Entonces sufrieron la primera derrota desde que jugaban con profesionales. Fue contra Argentina, en la segunda fase de grupos, pero ya en ese instante quedó claro que no iban a salir del torneo airosos. La debacle vino cuando Yugoslavia les eliminó en cuartos de final, provocando que no consiguieran medalla en un campeonato internacional por primera vez en 32 años (en aquella ocasión fue por un boicot de su equipo olímpico a los JJOO de Moscú), y la puntilla se la puso España en el partido por el Quinto puesto.

Hasta en la Web Oficial de USA Basketball omiten el anterior acontecimiento, por alguna extraña razón, aunque no tuvieron tanta suerte los jugadores que acudieron a Atenas 2004. Volvieron a verse jugadores importantes, como Tim Duncan, o Allen Iverson (aunque ya estaba viniéndose a menos), y otros como Lebron James, Dwayne Wade o Carmelo Anthony, aunque entonces aún eran astros incipientes. Lo cierto es que perdieron tres veces a lo largo de aquellos juegos, y lograron la medalla de bronce casi de milagro, por lo que muchos les denominaron como "Nightmare Dream" (equipo de pesadilla). En Japón 2006, con una selección compuesta por James, Wade, Anthony, aparte de Elton Brand, Shane Battier, Dwight Howard o Chris Paul entre otros, tuvieron que conformarse con el bronce de nuevo, y su humillación fue tal, que ni siquiera se quedaron en la cancha para la ceremonia de entrega de medallas (la organización, estúpidamente, accedió a dárselas antes de que se disputara siquiera la final del torneo, un hecho sin precedentes en los Mundiales de Baloncesto).

Fue entonces cuando tuvieron que subir el pistón por segunda vez. Los responsables del Equipo Nacional se dieron cuenta de que ya no bastaba con enviar un grupo de buenos jugadores. El nivel del baloncesto FIBA (Federación Internacional de Baloncesto), encabezado a principios de la década por Argentina, y relevado en 2006 por España, era ya comparable al suyo. Ni siquiera valía con mandar a algunos de los más grandes. Había que llevar a los mejores, y no sólo eso: Tenían que jugar como un equipo.

En los juegos de Pekín 2008, Le dieron continuidad a Mike Krzyzewski como entrenador,
para que formara un equipo en el que destacaban las incorporaciones de Deron Williams y Kobe Bryant, con las de jugadores "reincidentes" como Howard, Bosh, Paul, Wade, James o Anthony. Se llevaron el Oro de calle, y sólo encontraron resistencia en la final, en el que muchos consideraban (después de la final del domingo habría que reflexionar si lo sigue siendo) el mejor partido FIBA de la historia.
Con la misma fórmula fueron al mundial de Turquía en 2010, con la novedad de un Kevin Durant estelar. Y ya en estos juegos ha sido el apoteosis.

No me cabe duda de que el Dream Team de Barcelona 92 fue el mejor, pero desde luego el equipo compuesto por Bryant, Durant, James, Anthony, Love, Harden, y compañía, no le va a la zaga. Ha sido el único equipo americano, desde que traen a sus profesionales, al que no se le ha visto ningún ramalazo de prepotencia. Han celebrado encarnecidamente todas y cada una de las jugadas claves de todos y cada uno de sus compañeros, como un equipo. Sin despreciar a los rivales. Ver a los dos jugadores que van a definir el futuro de la NBA, James y Durant (con permiso de Blake Griffin), batiéndose el cobre, sin importarles quién tiene más o menos minutos en cancha, o al denostado Carmelo Anthony dando la mejor versión de sí mismo, me hizo comprender que estos tipos se merecían el Oro.

3. Los Herederos Europeos de Naismith (Selección Española de Ba-lon-ces-to).



El Baloncesto tiene una deuda pendiente con España. La mejor Selección Fiba desde 2006, tiene una medalla de oro en un Mundial, y dos en los Campeonatos Europeos, pero las dos platas Olímpicas son una losa en el palmarés de esta generación de gloriosos jugadores. Los llamados Chicos de Oro. Es duro, porque encima han perdido ese oro que les define jugando los dos mejores partidos de la Historia del Baloncesto Fiba (aquél que no pertenece a la NBA, aquél que conserva algunas normas diferentes a las del baloncesto Norteamericano profesional, el baloncesto del resto del mundo, vamos).

La Selección Argentina, la que en su país llaman la Generación Dorada (qué glorioso paralelismo), no consiguió ningún Mundial, pero estuvo en el lugar adecuado, en el momento adecuado (Atenas 2004), y se llevó un merecido Oro Olímpico a casa. Será algo que podrán decirle a sus hijos y nietos.

Pero los españoles tendrán que conformarse con contarles a sus familiares futuros que, en dos ocasiones, se enfrentaron a la mayor pléyade de baloncestistas de la historia.

Y en ambas le pintaron la cara a la mayor potencia mundial de este deporte.

España no jugó su mejor torneo. Sigo pensando que Scariolo no ha sido un buen seleccionador Nacional, y sigo pensando que no ha sabido sacarle todo el jugo a sus pupilos, que le han salvado en más de una ocasión, y en más de un campeonato. Incluso pienso que no estuvo a la altura con ciertas decisiones en la final. La tragedia de todo esto, es que ha ostentado el cargo durante casi cuatro años, y posiblemente no le queden muchos más a la base de este equipo (Gasol, Navarro, Calderón, Felipe). Lo que sucederá después, no lo sabemos, pero esta generación se acaba.

Lo cierto es que, si algo han demostrado estos chicos, es que su talento es su divisa, y que da igual lo mal que estén llevados. Al final siempre lo sacan a pasear.

El último cuarto de la semifinal contra Rusia, fueron los primeros diez minutos de todo el campeonato olímpico en los que España fue España. A pesar de eso alcanzaron una semifinal, y a pesar de eso también, llegaron a tiempo. A tiempo para que los jugadores se dieran cuenta de que siguen siendo los mismos, y de que podían plantarle cara a la todopoderosa EEUU en la final.

El partido me recordó a esa escena de la película Troya (la recreación realista de los cantos griegos de Homero, dirigida por Wolfgang Petersen, con guión del cocreador de la serie Juego de Tronos, David Benniof), en la que Aquiles se enfrenta a Héctor. Ambos libran un cruento combate, muy igualado, en el que el todopoderoso Aquiles, para su sorpresa, es rozado en la coraza por la espada de Héctor, algo que nadie había conseguido nunca. Posteriormente, tras un arrasador ataque del hijo de Peleo, Héctor tropieza y se lesiona el pie. El combate ya tiene vencedor, y Aquiles tarda poco en consagrarse como tal, asesinando al Príncipe de Troya.

Algo similar sucedió en la final que pudimos ver el Domingo de Clausura en Londres 2012. España plantó cara a Estados Unidos, llegando a ponerse por delante en varias ocasiones. El tercer cuarto de ese partido es la mayor exhibición de baloncesto (por un combinado y otro) que he visto en mi vida. Hubo un momento concreto, que el partido se convirtió en eso que tanto odian los entrenadores y los "entendidos" del baloncesto: Un correcalles con todas las de la ley, con contraataques continuos, robos de balón, triples de un lado, mates del otro. El Baloncesto hecho placer, convertido en Pornografía.

España hizo lo que ninguna otra Selección durante el Campeonato (ni siquiera Lituania, que también plantó cara, ni Argentina, que se desinfló en el tercer cuarto): Llegó viva al último cuarto del partido. Rozó la coraza de Estados Unidos. Pero entonces Durant sacó la metralleta a pasear, y James el rifle de repetición. España tuvo opciones hasta el final, pero perdió, con una ventaja en contra de siete honrosos puntos.

Pau Gasol, en el banquillo, tenía la mirada insatisfecha del hombre que sabe que ha estado a punto de marcar un Hito, pero al mismo tiempo la de alguien contento por la altura alcanzada. No sé si la Selección Española superará esa muesca algún día, pero parece poco probable que lo haga con esta generación crepuscular de jugadores. En cualquier caso, lo logrado es Histórico, no sólo para el baloncesto Español, sino para el baloncesto generado fuera de las fronteras americanas, acostumbrado a ir siempre un paso por detrás, y que ahora puede mirar directamente a la cara de estos.

No sé si hay otra vida después de esta, pero si la hay, les aseguro que Naismith se sintió feliz de ver cómo aquel deporte que creó para entretener a sus alumnos de Educación Física en un colegio de Indiana, alcanzaba niveles de obra de arte gracias a estos dos grupos de Héroes Mitológicos del Baloncesto.


4. Más humano que cualquier humano: Michael Phelps.

Reconozco que no he seguido muy de cerca la carrera de este hombre. Ni siquiera en estos juegos estuve muy atento a la posibilidad de que lograra ese récord Histórico de medallas Olímpicas, pero no reflexionar sobre tamaña heroicidad en un artículo sobre los JJOO sería un delito.

La superación más difícil de conseguir es la de uno mismo. Los límites más complicados de superar no son los que te ponen esos agentes exteriores que se hacen llamar personas. Los límites realmente difíciles de superar son los que te pones tú mismo. ¿Cuántas horas eres capaz de luchar? ¿Cuántas horas eres capaz de dedicarle a lo que quieres ser, a tu pasión? ¿cuántas horas de sueño eres capaz de sacrificar para llevarla a cabo? ¿Cuántas cosas eres capaz de sacrificar para lograr tus deseos?

Eso es Superación. El Deporte es un catálogo de ejemplos de este tipo: Mohamed Alí (que revalidó su título de Campeón Mundial de Boxeo a los 32 años, después de años inhabilitado por negarse a ir a la guerra del Vietnam), Michael Jordan (amén de ser hexacampeón de la NBA, demostró a todos que era algo más que un anotador, mejorando en varios aspectos del juego) Mark Spitz (Logró el récord Histórico de Medallas Olímpicas en Natación hasta que Phelps lo superó), Nadia Comaneci (Logró el primer ejercicio perfecto en Gimnasia, con un diez de nota otorgado por todos los jueces), Sergei Bubka (Batió hasta 35 veces su propio récord del mundo en Salto con Pértiga), o la propia Larissa Latynina (Gimnasta Artística, que ostentaba el récord de Medallas Olímpicas hasta que llegó Phelps). Todos ellos son personas que han sabido serlo hasta las últimas consecuencias. Que han explotado los límites de su humanidad hasta extremos nunca antes conocidos.

Michael Phelps es uno de ellos, y como tal, merece ser recordado. No sólo para su propia gloria personal, sino para inspirar a los que observamos su hazaña, y a los que oirán hablar de ella en el futuro.

5. Deportes que no volveré a ver hasta dentro de cuatro años.


El Hockey Hierba. Y mira que me da pena, porque es un deporte bastante interesante. Por alguna razón que no logro comprender, incluso me interesa más que el Hockey Patines, o el Hockey Hielo. Pero a no ser que me vaya a Barcelona, y concretamente a Terrassa, donde se desarrolla este deporte en España, con dos familias que lo practican desde hace décadas, me parece que tendré que conformarme con volver a verlo en Río de Janeiro 2016.

Natación Sincronizada. Bueno, aún éste lo veo cuando hay algún Mundial o algún Europeo. Es un deporte bastante interesante técnica y artísticamente hablando, pero la verdad que no seré muy seguidor de sus quehaceres semanales.

Canoa. Éste es el arquetipo de deporte que no volveré a ver hasta dentro de cuatro años. Jamás me acuerdo de David Cal hasta que llegan los Juegos Olímpicos. Y mira que ya se ha convertido en el mejor medallista de la Historia de España. Pero volveré a olvidarme de su nombre hasta 2016. Este año, ni siquiera estaba seguro de si competía. Por suerte, sí lo hizo, y vaya carrerón se pegó.

Taekwondo y Vela. Dos deportes que me importan tan poco en mi vida diaria que hasta los sitúo juntos, aunque no tengan nada que ver el uno con el otro. Y me da rabia porque son los dos deportes que más medallas nos han dado en estos juegos (y la Vela es el que más nos ha dado históricamente), pero no consigo que me interesen.

Otros: El Waterpolo, Tiro con Arco, Lucha Libre (bueno, a veces me da por ver Pressing Catch, pero no es lo mismo ¿no?), Badmington (ni siquiera lo veo en los juegos), Voleibol (odio el voleibol, dicho sea de paso), y muchos, muchos más.

6. Deportes que me gustaría ver en unas Olimpiadas.

Futbol Sala. A mí no me toques los cojones. Si hay Voley Playa tiene que haber Fútbol Sala. Si hay Natación cien metros "su puta madre", tiene que haber Fútbol Sala. Si hay Tennis de Mesa, no me jodas, hombre, no me jodas... Tiene que haber Fútbol Sala. Sería algo que terminaría de consagrar un deporte espectacular. Es más, si quieres quita el Fútbol grande, que no van sino niñatos, y pon el Fútbol Sala. A estas alturas, con una Selección que ha sido "nosécuantas" veces campeona del Mundo, ya llevaríamos un chorro de Medallas. 2016 sería una cita interesante para este deporte, con una posible final entre los dos países punteros: España, y la que sería la anfritriona, Brasil. Sólo lo comento.

Hockey Patines. Sé que ya hay Hockey Hierba, pero me apetece ver este deporte en unos juegos. Creo que también nos llevaríamos medalla seguro, pero aparte considero que una final España-Argentina sería espectacular.

Kite Surf, Surf, Windsurf. Éste último ya lo era, pero lo han quitado. Creo que son deportes muy interesantes, aunque se dependa en exceso de costas que generen buenas olas, o grandes vientos. Hay muchos deportistas Históricos en estas modalidades, ejemplos para cualquier tipo de deportista (se me viene a la cabeza Kelly Slater), que no poseen un Oro. Y eso tiene delito.

Street Basket. No, no se rían, no es coña. Me remito a lo que dije antes con el Fútbol Sala. Si hay Voley Playa, o Tennis de Mesa, que son deportes que la gente de a pie suele practicar como mero entretenimiento, o en el caso de Voley Playa, como complemento al Voleibol, ¿Por qué no podría tener cabida esta modalidad de baloncesto? Desde hace años, se juegan competiciones internacionales, en las modalidades de 1x1, 3x3, y 5x5, con algunas reglas diferentes al Baloncesto Profesional (Sistema de puntuación por canasta, límite de tiempo jugado, gana el partido el equipo que logra llegar a los 15 puntos, etc...). Éstas están organizadas, en su mayoría, por grandes marcas deportivas, y juegan muchos amateurs, pero también hay un circuito profesional muy interesante. Las imágenes que hay de estos torneos, donde prima el espectáculo por encima de todo, son impresionantes. Creo que habría que considerarlo seriamente como una opción Olímpica.

7. Los Juegos Olímpicos se merecen una retransmisión televisiva como Dios manda.

Me van a perdonar, pero Televisión Española ya no es lo que era (bueno, en información general estaban en uno de sus mejores momentos, pero ha llegado el PP para cargárselo). En realidad nunca fue gran cosa en lo que a retransmisiones deportivas se refiere. Dirán lo que quieran los ortodoxos del periodismo deportivo, pero las narraciones futbolísticas de José Angel De la Casa eran infumables, y doy gracias a la aparición de Carlos Martínez en Canal Plus (aunque odio las retransmisiones deportivas de La Sexta... ni tan calvo, ni con dos pelucas).

Pero al menos antes había grandes periodistas del género en la cadena pública. Ya hace tiempo que no sale un Matías Prats (hijo y padre), o una Olga Viza. María Escario sigue, pero se encarga de las noticias. Paloma del Río es la única que da el cayo, pero es que la señora es una superviviente de generaciones anteriores. Los narradores y periodistas de ahora no dan el nivel. Es un hecho. Ahora que trabajar en la cadena pública no es el culmen de una carrera periodística en este país (y menos en lo que a Deportes se refiere), en TVE no quedan sino los que se aferran al puesto con uñas y dientes.

Paloma del Río
Este año, al menos, han tenido la decencia de unir a las aberrantes narraciones, comentarios de especialistas en cada deporte, a destacar Jorge Garbajosa y Mario Pesquera en Baloncesto, Alberto Urdiales en Balonmano, Genma Mengual en Sincronizada, y sobre todo Almudena Cid en Gimnasia Rítmica, entre otros.

Pero ni los comentarios acertados de estos grandes profesionales han podido eclipsar la torpeza (porque no tiene otra palabra) en la forma de expresar el deporte, de los Ernest Rivera, Fé López, Marta Solano, Silvia Barba, Lourdes García Campos y demás.

Los JJOO son el evento deportivo más importante que existe, junto con los Mundiales de Fútbol, y se merecen una retransmisión como Dios manda. Lo malo es que quizá la única cadena con profesionales de entidad para poder cubrir bien un evento como éste, es Canal Plus. Pero no es viable, en absoluto, unos Juegos en Retransmisión Privada. Una pena.


Brasil no queda tan lejos. Al calcularlo, pienso que sería hermoso que este blog siguiera en activo en 2016. O más allá. Quién sabe.

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