lunes, 17 de septiembre de 2012

Cazando Imágenes (I)

Como podrán ver los pocos fans que tiene este blog, llevo cerca de tres semanas sin sacar una nueva entrada. Concretamente desde el 21 de Agosto. Ciertos acontecimientos han provocado este cortito paréntesis en la regularidad de los artículos publicados en Demonios Interiores.

Lo primero ha sido un cumpleaños criminal, celebrado el 25 de Agosto (aunque yo cumplo el 27, pero no caía en finde), cuyas consecuencias para mi salud duraron cerca de una semana. También ha habido cierta dósis de vagancia, no lo niego. De hecho, no hay nada en la vida que me guste más que no hacer Nada. Porque, como bien dice Jerry Seinfeld, no estar haciendo nada te permite la mayor libertad posible para decidir realmente qué es lo que quieres hacer. En qué quieres invertir tu tiempo. Aunque decir que no he hecho nada, nada, no es correcto del todo. Para empezar, sigo trabajando en la empresa familiar. Luego, también estoy inmerso en la lectura del quinto libro de Canción de Hielo y Fuego, serie de novelas escritas por George RR. Martin, inspiradores de la serie de TV, llamada Juego de Tronos (sobre ambas prepararé sendos posts, analizándolas, tal como hice con la saga de Batman). Pero lo que realmente ocupa mi tiempo y mis pensamientos no está en esas dos facetas, la de trabajador y/o lector.

Llevo desde hace unos meses planificando un rodaje. Sin prisa, pero sin pausa. He escrito el guión, lo he revisado ampliamente (aunque yo personalmente realizo cambios en la trama incluso cuando ya me encuentro en el mismo proceso de montaje), y a estas alturas ya está desglosado (a grandes rasgos, un desglose es la primera fase de preproducción de un proyecto, que consiste en discernir matemáticamente qué requiere cada escena de tu guión para ser rodada). Espero haber rodado gran parte del material antes de que finalice este mes, pero no quiero vender la piel del oso antes de cazarlo. El principal problema es que aún no he encontrado a la protagonista femenina del proyecto. Tanteé a una estupenda actriz, pero su agenda era demasiado apretada. De todos modos, aún no me he rendido a que aparezca en mi corto, y ahora que el plazo para finalizar el proyecto se ha alargado hasta el 1 de Noviembre, volveré a lanzar toda la artillería.

Sí, han leído bien, la película tiene que estar lista antes del 1 de Noviembre, y es por una razón muy especial. El corto será rodado con un teléfono móvil. Una vez que lo ruede, tengo una marca en mi calendario, para enviarlo a un festival de cortos llamado Movilfest Awards, en donde concursan piezas rodadas exclusivamente con Dispositivos Móviles. Muchos pensarán que rodar un corto pensando en presentarlo a un festival no es buena idea (lo mejor es hacerlo sin pensar en nada, y luego ya moverlo, y bla bla bla bla bla), aunque seguro que son los mismos que luego invierten buena parte de su tiempo, dinero y esfuerzos en rodar un corto de tres minutos y medio para Notodofilmfest.

Para mí, hacer este cortometraje con la vista puesta en Movilfest es un acierto, independientemente de que, una vez realizado y presentado, me seleccionen o no para participar. Ya el año pasado concursé con Soy un Héroe (cortometraje entre el documental y el ensayo filosófico, que pronto podrán ver en esta web), y salí encantado de la experiencia. Repito que no es seguro que me seleccionen, de hecho, aún hay que rodar el corto, pero merece mucho la pena intentarlo. El año pasado, Soy un Héroe fue seleccionado en la Sección Canaria, y disfruté como un enano con la oportunidad de que mi trabajo se viera en una buena sala, con un público numeroso, y con la oportunidad de hablar sobre mi película. He estado en varios festivales, y créanme, ni las condiciones de la sala son tan buenas, ni el público tan numeroso, ni la oportunidad de expresarte tan extensa. Así que, por mí parte, sólo por eso, vale la pena.

Sobre las limitaciones que tiene rodar un corto con un teléfono Móvil, permítanme que las matice. Hoy en día, muchos teléfonos vienen con una cámara de gran calidad. De hecho, el móvil con el que lo voy a hacer, graba imágenes con calidad full HD (1920x1080). Lo negativo de ésta reside, por supuesto, en su óptica, que aunque es bastante resolutiva (con un juego de profundidad de campo nada desdeñable para una lente tan pequeña), dista mucho de lo que se necesita para realizar un producto de forma profesional. Aparte, habría que mencionar la dificultad que supone rodar de noche con buenas garantías de luz, aunque sobre todo, y como diría mi amigo Gabriel Di Martino, "lo que más me rompe las pelotas" son los cambios bruscos de diafragma que realiza, sin que puedas hacer nada por evitarlos y/o controlarlos.

No obstante, ya con Soy un Héroe, descubrí un método para solucionar este problema en postproducción (ya les hablaré de ello en otra entrada), y también en ella, surgió mi idilio romántico con ese gran programa de composición digital que es After Effects. Gracias a él, no tengo duda de que puedo sacar petróleo de lo que grabe con mi teléfono. Sin duda, será mi arma más efectiva a la hora de realizar el etalonaje final (corrección de color, también definido a grandes rasgos), y por qué no decirlo, para cierta escena de acción que lucharé por llevar a cabo con éxito.

La mayor ventaja de tener como cámara un móvil reside en su movilidad, sin duda alguna. Puedo realizar movimientos, y emplazamientos de cámara harto complicados de hacer con una cámara profesional, que suelen ser más grandes y más pesadas. Me permitirá, por ejemplo, rodar un plano completamente contrapicado, también conocido como Nadir, sin necesidad de usar una plataforma de cristal para colocar la cámara debajo y al actor encima. Simplemente colocaré el móvil boca arriba sobre una superficie, y ya está. Podré realizar movimientos de cámara mucho más rápidos, bruscos, y violentos, que me ayudarán con una secuencia en concreto.

Personalmente, utilizaré por segunda vez otro truco: Romper la cuarta pared con el espectador. Es decir, ese muro invisible que se establece entre quien ve la película, y el personaje que aparece en ella sin conocimiento de que su historia está siendo visionada. Mi personaje protagonista, al igual que en Soy un Héroe, será consciente de que hay una cámara, y de hecho, hará uso de ella. Creo que hoy en día, aún es necesario este pequeño recurso para contar una buena historia con un dispositivo de estas características. Ojo, es una opinión personal e intransferible, pero yo de momento seguiré este precepto a rajatabla.

Otro problema de rodar con estas condiciones es el sonido. Aunque yo tengo un aparato que permite insertarle al teléfono dos micros Unidireccionales, la calidad de este sonido aún no es la correcta, y encima sufre bastante al ser editada. De todas formas, soy de los que opinan que el mejor sonido (independientemente de la cámara que utilices) es aquél que se graba directamente a la pista de audio de un programa especializado, tipo Protools, o Logic Pro. Mi experiencia, a base de golpes, así me lo indica.

Hoy en día, tenemos miles de posibilidades de rodar con una calidad más que aceptable. Es obvio que de un teléfono móvil, o de una Cámara de fotos, no vas a conseguir sacar una superproducción de Hollywood, pero sí que conseguirás contar una historia, y de eso se trata. Mucha gente se escuda en la falta de medios, o en la falta de presupuesto para no hacer NADA. Intentan realizar sus proyectos con altos presupuestos, y si no los consiguen, no los hacen. Considero que es un error no aprovechar los avances técnicos que tenemos ahora para poder sacar adelante una película. Que una película sea extremadamente modesta, no quiere decir que no pueda ser buena.

Como ya he dicho, esta circunstancia previa a un inminente rodaje, ha hecho que tenga menos tiempo para escribir en Demonios Interiores. Además, apenas he empezado, así que por lo pronto hasta finales de Octubre estaré más que liado con el corto, y no podré prestarle toda la atención que desearía a este Blog. Pero de todas formas, he optado por una solución que evite tenerlo dormido durante más de una semana. He creado una nueva sección que se va a llamar Píldoras Semanales, en las cuales mostraré, de forma breve, las reflexiones que me vengan a la cabeza cada siete días. Serán cortas reseñas sobre algún acontecimiento importante que haya sucedido durante la semana, sobre deportes, sobre algo que llamó mi atención, o sobre cómo obtuve cierto placer tras rascarme el testículo derecho, que me picaba (por ejemplo). Las píldoras saldrán cada viernes, publicándose este viernes la primera. Como llevo tiempo sin escribir, no sólo me limitaré a temas acontecidos la última semana, sino a otros que sucedieron durante el tiempo que estuve "callado" (Lance Armstrong, Tristiano Ronaldo, La Diada, etc...).

Lo que quiero decir, es que igual no podré escribir tres posts semanales como hacía antes, pero procuraré que al menos cada viernes haya uno. Poco a poco, iré sacando algunas entradas más profundas que tengo pensadas desde hace tiempo, pero que irán lidiando con el espacio que me dejen los preparativos del corto.

Bueno, espero que no me hayáis echado de menos... Oh bueno, sí, qué cojones, porque así leeréis este post con más ganas, y esperaréis con ánimo al siguiente. Sois poquitos seguidores, pero creedme, se nota vuestro calor y vuestro afecto como si fuerais legiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario